Una delegación encabezada por el alcalde de Castro, Baltazar Elgueta, solicitó este lunes en Santiago la priorización urgente del proyecto de reposición del CESFAM René Tapia, en una reunión con el Subsecretario de Redes Asistenciales, Bernardo Martorell Guerra. La preocupación principal radica en que los permisos del proyecto vencerán en 2026 y, hasta ahora, el Ministerio de Salud (MINSAL) no ha asignado presupuesto para su ejecución.
Acompañaron al jefe comunal cinco concejales, el Secretario General de la Corporación Municipal, Daniel Navarro, la jefa de Salud, Jeannette Santana, y representantes de la salud primaria. La comitiva advirtió que, de no licitarse pronto la obra, el proceso tendría que reiniciarse desde cero, implicando una pérdida millonaria y un retraso estimado de cinco años.
“Si no se licita la obra, los permisos se vencen en 2026, lo cual significaría volver a hacer el RS, volver a invertir dinero, y eso podría generar un retraso probablemente de cinco años”, advirtió Navarro. El proyecto cuenta con Recomendación Satisfactoria (RS) y ya se invirtieron cerca de $194 millones en su diseño, provenientes del Gobierno Regional.
Un centro colapsado y desfasado
El CESFAM René Tapia es el más antiguo de Castro y funciona actualmente bajo un modelo de atención que ha quedado obsoleto. “Ya no cumple con las condiciones para dar una atención de calidad”, aseguró Navarro. Explicó que el recinto opera aún como consultorio, sin responder al enfoque de salud familiar que el Estado promueve. “Nuestros vecinos merecen tener las mismas condiciones que una persona atendida en Santiago o Puerto Montt”, enfatizó.
Por su parte, el alcalde Elgueta se mostró esperanzado tras el encuentro, valorando la “transparencia” de la conversación con el subsecretario. “Hicimos notar también que el CESFAM René Tapia cumplió su ciclo. Tenemos entregado el terreno al Ministerio de Salud, por lo que tenemos que ya comenzar a trabajar y aplacar todas las especulaciones de que no están los dineros o de que no se va a hacer”, afirmó.
Presión por el Desempeño Difícil Urbano
Durante la reunión también se abordó el impacto económico del Desempeño Difícil Urbano (DDU), un beneficio para funcionarios de salud que el municipio debió asumir en 2024 y 2025 tras comprometerse en 2023. “Es tan difícil como su nombre indica”, dijo Elgueta, reconociendo que esto ha generado tensiones financieras para el municipio. Sin embargo, destacó que surgió un plan de trabajo a 15 días para buscar soluciones.
Pese a valorar las respuestas del subsecretario Martorell, la delegación castreña informó que mantendrán el estado de alerta y seguirán trabajando con parlamentarios y autoridades para asegurar los fondos que permitan concretar una infraestructura moderna y digna para los más de 30 mil usuarios del CESFAM René Tapia.